La evolución de la ganadería nacional hacia sistemas más eficientes, de mayor tecnología y más regulados puede generar problemas nutricionales, metabólicos, reproductivos, sanitarios e inmunológicos. Esta realidad hace necesario el uso de suplementos minerales y aditivos nutricionales para corregir los desbalances producidos por estos sistemas que además, sean más naturales y alineados con la normativa y la tendencia mundial.
GANASAL en su constante búsqueda de Soluciones Nutricionales específicas para la ganadería nacional, entrega una amplia gama de productos, los que poseen la combinación exacta de macro y microminerales, además de suplementos Energéticos, de fácil manejo en campo para asegurar que la dosificación recomendada sea consumida en forma homogénea.
Las Sales minerales Ganasal tienen línea de productos para vacas lecheras, para ganados de cría, para Ganados de Ceba. Búfalos, ovinos, caprinos y Equinos que han sido sometidas a un proceso especial que permite asegurar su estabilidad, Biodisponibilidad y distribución uniforme. Así, a través de exigentes estándares de calidad, estos suplementos quedan protegidas de la luz, pH, temperatura, metales, oxígeno y otros elementos.
Los minerales son nutrientes indispensables en la intensificación de la producción, sobre todo en sistemas a base de forrajes y alimentos concentrados, que son normalmente muy pobres en estos nutrientes. Por otro lado, dietas altas en concentrados promueven una reducción en la síntesis ruminal, una pobre extracción desde los alimentos y en algunos casos su destrucción. En estas circunstancias la suplementación mineral y Energética pueden tener un importante impacto en el crecimiento de los animales, como también a nivel productivo, reproductivo e inmunitario. Sin embargo, los minerales son inestables y pierden actividad rápidamente por mal uso, de allí que se recomiende un buen bodegaje, buen transporte y buen suministro en saladeros bien ubicados y funcionales. Nuestro suplemento Energético se llama GANAGRAS, tiene como sustento principal el hecho de ser una fuente Energética muy eficiente ya que con el uso indiscriminado de grasas descubiertas, es muy fácil sobrealimentar, tal como ocurre con las semillas oleaginosas, con lo que se reduce el consumo de alimento de las vacas de manera significativa debido al estrés por calor y engrasamientos descalificables desde todo punto de vista en el animal.
Si la grasa NO sobrepasante, está sobre dosificada, sus efectos negativos sobre la digestibilidad de la fibra negarán cualquier posible ganancia con el incremento en la densidad de la ración. Lo que NO ocurre con las grasas pasantes porque no afectan la fermentación ruminal.
Con las grasas Sobrepasantes hay mejor rendimiento reproductivo. Es bien aceptado que suplementar con grasas beneficia el rendimiento reproductivo del hato minimizando las pérdidas de peso corporal y acelerando las ganancias de peso corporal después del parto. Adicional a esto, serias investigaciones sugieren que los ácidos grasos vegetales insaturados podrían tener efectos aditivos sobre los parámetros reproductivos en la vaca, incluyendo el tamaño folicular y los patrones hormonales.
El ácido linoleico ha sido identificado como uno de los ácidos grasos esenciales que puede tener efectos directos sobre la función reproductiva. De hecho, el aumento de los niveles de ácido linoleico es la base de por lo menos un producto de grasa protegida ruminal que se promueve dentro de la industria de los alimentos por su habilidad para mejorar el rendimiento reproductivo. Dejando al lado el tema de las grasas sobrepasante y retomando el de los minerales que cumplen funciones esenciales para el desarrollo de los animales; su déficit, exceso o desbalance puede ocasionar serias complicaciones. Asimismo, las exigencias impuestas por sistemas de producción más intensivos, hace que a través del uso de suplementos nutricionales se pueda mejorar la eficiencia, la producción vitalicia, la salud animal y el retorno económico.
La fuente natural de minerales es el forraje. Las plantas en el tiempo muestran amplias variaciones en su composición mineral, la que está sujeta a una compleja relación suelo-planta animal. Algunos de los factores que afectan esta relación son el tipo de suelo y su manejo, la especie forrajera y la forma de cosecharla, el clima, el estado fisiológico y el nivel productivo del animal, entre otros.
En Colombia la pradera permanente, el ensilaje de maíz y la alfalfa son los recursos forrajeros más utilizados como base de la alimentación del ganado bovino. Todos ellos tienen un perfil mineral muy distinto entre sí. Por esta razón, hace años que INDAGRO ha recopilado información de forrajes y concentrados a lo largo del país, que nos ha permitido construir una completa base de datos que permite modelar cada sistema productivo desde el punto de vista del balance mineral y la relación suelo-planta-animal.
YESID MONTES OSPINA – MVZ DEPARTAMENTO TECNICOGANASAL